Montessori explica la mente absorbente del niño y la niña con ocho fascinantes principios, en esta entrada te hablaremos sobre cada uno de ellos:
El niño y la niña aprende diferente al adulto:
Para aprender los niños y niñas deben empezar a descubrir el ambiente. Una actividad inconsciente prepara la mente, esto sucede con un proceso consciente que lentamente despierta y toma desde el inconsciente lo que puede ofrecer. El niño y la niña construye su mente de esta forma hasta que poco a poco, cuando ya establece la memoria, tiene poder de entender y la habilidad de razonar.

Esta creación por absorción se extiende a todas las características morales y mentales que son reconocidas en la sociedad y que crean la personalidad humana.
A los tres años se inicia el desarrollo de las funciones mentales que, antes de los tres años ya fueron creadas.
El trabajo ayuda a que el niño y la niña se convierta en quien verdaderamente es, conducido por su actividad y esfuerzo constante. Para ser más exitoso él intensifica su esfuerzo, esto llena su destino individual, se muestra cansado y satisfecho después de sus labores. Esta satisfacción la podemos observar cuando sonríen o celebran algún logro de motora fina.
Se sabe que el trabajo del niño es diferente al del adulto. El niño y la niña usa el ambiente para mejorarse, el adulto trabaja para mejorar el ambiente. Sin embargo, ambos llevan al mismo resultado de satisfacción, ya sea emocional para el niño o retribución económica y emocional para el adulto.
Ley de la independencia:
La naturaleza de los niños y niñas es apuntar directa y enérgicamente a la independencia funcional. Él y ella utilizan su independencia para escuchar a su propia guía interior y actuar como les pueda ser útil. Si un adulto usurpa la función de su propia guía, las fuerzas externas pueden afectar su decisión y no podrán desarrollar su voluntad y concentración correctamente.
Es por esto que es fundamental que permitamos a nuestros peques espacios de independencia. Con el solo hecho de no alcanzarles lo que quieren cuando están jugando, les damos libertad y trabajo.

El poder de la atención:
La esencia está en que la tarea despierte un interés que lleve al niño a desarrollar su personalidad. Cuando el niño o la niña alcanza la concentración basada en un interés intelectual, crecerán con más autocontrol.
La voluntad:
Esta se desarrolla en un proceso lento que se envuelve en una actividad continua en relación con el ambiente. La voluntad se genera con la adaptación de los límites de las tareas elegidas, esto les desarrolla fuerza para controlar sus acciones.
Montessori observa tres fases en el desarrollo de la voluntad:
- Repetición: inicia después de que su atención ha sido polarizada y ha alcanzado un grado de concentración en uno de los ejercicios, la repetición genera satisfacción.
- Disciplina: hace uso creativo de sus habilidades, acepta la responsabilidad de sus actos y cumple con los límites de la realidad.
- El poder de obedecer: se desarrolla al final de un largo proceso de madurez.

La llave para entender la vida por lo que es (el desarrollo de la inteligencia):
La inteligencia es definida como la suma de los reflejos y asociaciones o reproducción de las actividades que permiten la construcción de si mismos, poniéndolos en una relación con el ambiente.
Desarrollo de la imaginación y creatividad del niño y la niña:
Estas capacidades nacen a través de la interacción con el ambiente. El ambiente debe ser hermoso, armonioso y basado en la realidad para que el peque pueda organizar las percepciones que tiene de este. Con la Filosofía Montessori la creatividad se desarrolla en el niño con libertad, el niño y ña niña por si solo decide que crear y cual será su inspiración, opuesto a la educación regular en donde siempre existe un adulto dirigiendo, limitando y juzgando.
Desarrollo de la vida espiritual y emocional del niño y la niña:
Montessori asegura que los peques poseen estos sentimientos desde el nacimiento, estos sentimientos responden al mundo físico desarrollando de este modo la inteligencia. El niño y la niña nace rodeado del amor de su madre, ese amor despierta el amor por ella. Una vez que el peque ha despertado las emociones empezará a responder el amor recibido por otros. Siempre conducido por estímulos físicos y emocionales.
Etapas de crecimiento del niño y la niña:
Montessori define 5 periodos:

- Del nacimiento a los 3 años: caracterizado por un crecimiento inconsciente y absorción. Es un periodo de energía inigualable y esfuerzo intenso, la vida entera del niño y la niña dependerá de lo que pueda lograr en este periodo.
- De 3 a 6 años: Gradualmente el niño y la niña reconoce su inconsciente como un nivel consiente. A los 6 años el peque ya ha formado su sentido de obediencia y disciplina junto con la base de su imaginación y sus esfuerzos creativos.
- Entre los 6 y 9 años: el niño y la niña es capaz de construir habilidades artísticas y académicas esenciales para la realización de su vida en la cultura.
- Entre los 9 a los 12: el peque está listo para abrirse al conocimiento del universo por si mismo, ahora el aprende con su conciencia y mente. Anteriormente estaba limitado por el ambiente inmediato, ahora puede alcanzar el cosmos por si solo. El interés por su vida dependerá mucho de las oportunidades que tenga en este periodo.
- De los 12 a los 18: es el tiempo para explorar más a fondo las áreas de su interés.
Montessori asegura que la educación es la base de la sociedad. La educación de los niños y niñas tendrá efectos en el desarrollo social del futuro.
La observación científica establece que la educación no la dan los profesores, la educación es un proceso natural individual que se adquiere no escuchando palabras sino experimentando en el ambiente. Es por esta razón que los profesores, las madres y padres deben preparar el ambiente para que el niño aprenda. Solo esta educación creará humanos con visión y claridad para dirigir el futuro de la sociedad humana.

Bibliografía
Polk, P. (1972). Montessori A modern Aproach. New York: Shocken Books Inc.
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