La calma en los niños y niñas

Cuando los peques se sienten enfadados o estresados, su ritmo cardíaco y su respiración se aceleran enviando señales de peligro al cerebro. Esto trae consigo una dificultad mayor para controlar sus pensamientos y reacción, creando un bloqueo emocional. Este bloque aumenta si no pueden verbalizar la razón de su enojo y lo que desean en ese momento.

A muchos adultos nos cuesta mucho lidiar con nuestras emociones, gestionarlas de forma adecuada, entenderlas y expresarlas. Imagina lo que sucede con un niño o niña que no puede verbalizar o está aprendiendo a vivir con sus emociones.

El Frasco de la Calma es un recurso basado en el respeto y el acompañamiento emocional que ayudará a los peques en estos momentos de frustración. Es una herramienta que permite canalizar emociones como el estrés, la ansiedad, el enojo y la ira; para que podamos reencontrar la tranquilidad.

El Frasco de la Calma funciona similar al yoga, la meditación, las técnicas de respiración o relajación, una técnica de autocontrol que ayuda a despejar la mente. Olvidando sensaciones negativas y dejando en su lugar una sensación de paz, calma y serenidad. ¿Has sentido esto en tus rutinas de yoga?

Al agitar el frasco, la escarcha se mueve de una forma que hipnotiza y al mismo tiempo, calma. Capta nuestra atención de tal manera que hace que nos olvidemos de todo, que nuestra mente se quede “en blanco” y podamos centrarnos solo en respirar.

¿Cómo utilizarlo?

Al utilizar el Frasco de la Calma se recomienda seguir tres acercamientos, procura acompañar a tu peque en todo momento en cada uno de ellas:

Este primer acercamiento es para que conozcan el frasco y pasen tiempo con él. En este momento el objetivo es concentrarse en los movimientos que llevan a la relajación y enfocarse en la respiración. Entender lo que es la calma, cómo nos sentimos en calma, y que el niño comprenda a qué nos referimos cuando hablamos del Frasco de la Calma. Comentarles que este frasco nos puede ayudar a controlar las emociones con ayuda de la reparación. Hasta podemos utilizarlo en una rutina para antes de dormir o al despertar.

Los acercamientos con el Frasco de la Calma siempre deben ser en compañía de un adulto, se recomienda decirle: Vamos a sentarnos con el Frasco de la Calma para relajarnos, vamos a ver como la escarcha se mueve por todo el frasco reflejando sus brillos y el color verde, el color de la calma y relajación, vamos a respirar hondo y despacio inhala – exhala, hasta que se detenga.

Una vez que hayamos pasado por este primer acercamiento varias veces, podemos entregárselo a los niños o niñas cuando estén enojados y que con él se dejen llevar a la calma. Podemos usar las mismas frases de la primera actividad incluyendo un espacio para hablar sobre lo ocurrido y buscar soluciones.

El tercer acercamiento se da tiempo después cuando el peque, una vez que siente enojo, ansiedad u otra emoción que no le permite estar en calma, busca el Frasco de la Calma para relajarse. Este es un gran paso ya que cuando sucede significa que el niño o la niña ha aprendido a identificar sus emociones y es capaz de aplicar una técnica de autocontrol.

El objetivo del Frasco de la Calma es que los peques puedan hablar de lo que han sentido, que sepan que estaremos siempre a su lado, que validamos su emoción y que los amamos, aunque estén tristes, felices o con miedo.

Muchas veces los niños, y hasta los adultos no sabemos distinguir la emoción que estamos viviendo. Es importante brindar este vocabulario a los niños y conversar con ellos lo que sentimos con cada una de las emociones. Dejarlos ver que las otras personas de la familia también nos sentimos tristes y lloramos, nos sentimos enojados y pedimos un momento para calmarnos, nos sentimos felices y bailamos.

Importante: El Frasco de la Calma no es un castigo

Es importante que los peques no lo asocien con algo negativo, por esta razón es primordial que no lo usemos solamente cuando llegan las rabietas. Podemos dejarlo en su cuarto o en la sala de juegos entre sus juguetes.

Pueden hacer del tiempo con el Frasco de la Calma una rutina o un juego. “Vamos a observar el Frasco de la Calma en silencio, respirando despacio, disfrutando el movimiento que realiza y la sensación de relajación que produce en nuestro cuerpo”.

Sin duda, ambos o todos en casa, se sentirán relajados y listos para emprender una nueva tarea o prepararse para dormir.

Es importante también entender que validar es entender y dejar fluir. Cuando necesitas llorar, lloras, lo dejas salir. Tu peque a veces también necesita llorar, necesita gritar, siempre y cuando no se haga daño ni haga daño a los demás; permítele sentir su emoción y luego, ayúdale a volver a la calma con el Frasco de la Calma o alguna otra técnica de relajación que usen en casa.

Referencias:

Delgado, J. (2016, abril 12). Rincon Psicología. Retrieved from El Frasco de la Calma: La técnica que todos los padres deben conocer: https://rinconpsicologia.com/el-frasco-de-la-calma-la-tecnica-que/

Días, S. (2019, junio 10). Bebes y Más. Retrieved from El frasco de la calma: en qué consiste y cómo puede ayudar a los niños a superar sus rabietas: https://www.bebesymas.com/desarrollo/frasco-calma-que-consiste-como-puede-ayudar-a-ninos-a-superar-sus-rabietas

Metodomontessori.org. (n.d.). Método Montessori. Retrieved from El frasco de la calma: https://metodomontessori.org/frasco-de-la-calma-montessori/

Roldán, M. J. (2016, enero 30). EtapaInfantil.com. Retrieved from El frasco de la calma de María Montessori para padres y niños: https://www.etapainfantil.com/frasco-calma-montessori

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